martes, 9 de febrero de 2010

Kiss The Frog o Cosmic Grass impone sus reglas

Hubo un tiempo muy lejano en el cual la música era más que una simple forma de comercio, más que un simple camino a la notoriedad, más que un aviso de llamada para un teléfono. Era una forma de libertad. Era expresión pura en un momento dado.

Muchos grupos construyeron su leyenda encima de los escenarios, no en los despachos de agencias de publicidad, ni de discográficas. Ni siquiera lo hicieron a través del subproducto de su arte, el cd. Entonces el vinilo. No, lo hicieron a tumba abierta, sin preocuparse del que dirán o del que pensarán, sin importarles la reacción que pudiesen provocar con su música. Lo hicieron bolo a bolo, explorando los límites de su creatividad, de su imaginación, de sus sentidos.

Así forjaron su leyenda los más grandes, Allman Brothers, Led Zeppelin, Grateful Dead, John Coltrane, etc..., explorando su música, llevándola hasta su límite, alargando los temas hasta que no quedaba más por decir. No se limitaban a reproducir lo grabado en el estudio para proporcionar a sus espectadores una agradable y fácil sensación conocida. Preferían arriesgar proponiendo un viaje en el que tanto el músico como el espectador quedaban vinculados por la incertidumbre de no saber que va pasar, proporcionando sensaciones espontáneas y honestas.

Ahora en esta sociedad que centra su atención en lo inmediato, donde las noticias se suceden sin tener tiempo a asimilarlas, donde ayer queda lejos y el futuro está a la distancia de un click, cuesta entender y valorar temas como Mountain Jam, East-West, Dark Star o Dazed and Confused. Temas que tanto podían durar 5, 15 como 30 minutos según el día y el lugar.

Y así pues, siguiendo los pasos de aquellos que nos inspiran, en un ejercicio de puro anacronismo para algunos, nosotros, Cosmic Grass, somos fieles a estos principios con nuestras jams e improvisaciones, dejando de lado lo que de nosotros puedan pensar. Y como se suele decir para muestra un botón!

Aquí os dejo este tema, Kiss The Frog. Un tema grabado en directo en el 2004 y fuera de nuestro repertorio actual que refleja lo que fuimos y somos. Homenaje póstumo al propio tema y a aquella formación que contaba con dos musicazos del tamaño de Reginal Vilardell y Pasto Martí (increíble solo de bajo!!), ahora en los magníficos Lone Rhino Club.

Por cierto, el título era nuestro particular homenaje al grupo Frogwings con Derek Trucks, Butch Trucks, Oteil Burbridge, Jimmy Herring, Marc Quiñones y John Popper.

Si alguno no visualiza el reproductor y tiene curiosidad por oír el tema sólo tiene que decírmelo.



Prometo investigar en el tema de reproductores de mp3 para blogs...De momento disculpad las molestias

 

domingo, 7 de febrero de 2010

Entrevista para Métronom

Os dejo esta entrevista entre Dani y Anabel Vélez que publica la revista Métronom.
Le damos las gracias a ella y a su revista por hacernos un huequecito y por dedicarnos esas amables palabras.

Cuando la música va más allá de la simple diversión, cuando consigue transportarte, crear atmósferas, hacerte sentir bien, cuando la música transmite es cuando realmente cobra sentido el porque crea esa necesidad de ser escuchada y sentida. No todos los grupos lo consiguen, pero aquellos que lo hacen reciben una bendición que nosotros disfrutamos. Los barceloneses Cosmic Grass son uno de esos grupos, desde la imaginación, la fuerza, la creatividad, la introspección, la musicalidad, la improvisación, la calidez, el feeling, el groove, la buena música al fin y al cabo, consiguen atraparte dibujando melodías envolventes. Dani Masgoumiery, teclado y voces, nos habla de la banda y todo lo que les rodea.

Creo que el grupo se formó a partir de que Dio Feito (guitarra y coros) y tú os conocisteis ¿Cómo fue y por qué decidisteis emprender esta aventura? 
Conocí a Dio en una tienda de discos. Él trabajaba allí y nos fuimos conociendo progresivamente. Recuerdo que intercambiábamos impresiones sobre Little Feat, Allman Brothers, Santana, The Black Crowes, Grateful Dead, Funkadelic... grupos que nos gustaban mucho a ambos. Además, pienso que los dos abordábamos la música libres de prejuicios. Simplemente música. Por aquel entonces Dio ya llevaba años tocando la guitarra y me ofreció la posibilidad de emprender algo juntos. Tuvimos una primera toma de contacto con su acústica y mi voz, y luego volví a interesarme por el piano, que había estudiado de pequeño. Poco a poco fue fructificando un proyecto que pasó primero por el blues, luego por el country y el rock americano, aderezado a menudo con el gusto por la improvisación que compartimos con los grupos que he mencionado antes. El funk también ha sido un estilo que nos entusiasmaba desde el principio, y que creo que se ha desarrollado más en los últimos dos años, durante los cuales se ha forjado lo que actualmente es Cosmic Grass.

¿Por qué Cosmic Grass como nombre?
Cosmic es la imaginación, la creatividad, la trascendencia, la jam, lo impredecible. Grass es la tierra, son las raíces y la tradición de la que somos deudores y sin la cual no seríamos nada. El lenguaje que utilizamos es Grass porque son elementos que ya han sido empleados por muchos otros antes. No inventamos nada en ese aspecto, pero siempre hay algo nuevo y personal en lo que hace un individuo o colectivo, ya que el mundo es un permanente estado de creación, incluso en las cosas más prosaicas. Hay que mirar al cielo y la tierra al mismo tiempo.

¿La formación ha pasado por diferentes cambios, cómo ha afectado eso a la dinámica de la banda? ¿Creéis que habéis conseguido la formación definitiva?
Siempre que ha habido cambios ha sido porque eran necesarios, así que en respuesta a la primera pregunta, los cambios han afectado de forma positiva. Regi, nuestro primer batería, fue muy importante en el desarrollo musical de Cosmic Grass. Por aquel entonces, Regi tenía mucha más experiencia que nosotros, además de mucha energía. En retrospectiva, fue un proceso embrionario de lo que ahora es Cosmic Grass. Tuvimos muchos problemas para encontrar a un bajista que encajara en nuestro proyecto hasta que conocimos a Michel. David Subirana, es el miembro con más formación musical del grupo, y cuando Regi dejó el grupo él se unió al proyecto. David Riko, que es el más joven, introdujo las congas, un elemento en el que ya habíamos pensado hace tiempo. El factor percusión dio una nueva dimensión al grupo.
Cosmic es la imaginación, la creatividad, la trascendencia, la jam, lo impredecible. Grass es la tierra, son las raíces y la tradición de la que somos deudores y sin la cual no seríamos nada.

¿Por qué decidisteis que esta era la música que queríais hacer?
Por un lado te contestaría con un hecho bruto: porque nos gusta. No hay un porqué, en el sentido de que no hay una racionalización previa para llegar a aquello que nos apasiona. Luego lo racionalizamos y evolucionamos a través de aquello que nos emociona, pero primero es la emoción. La otra interpretación que se puede dar a esta pregunta sería puramente mercantil. Creo que las probabilidades de tener éxito son iguales o mayores haciendo lo que nos gusta que si tratáramos de contentar a un público potencialmente mayor, lo cual ya para empezar no pasa de ser una hipótesis, ya que el mundo está lleno de proyectos concebidos para gustar al público que han fracasado. Y hay que tener los pies en el suelo, ya que tratar de prever lo que gusta al público e influir en él no es nuestro terreno, sino el del marketing. Bastante tenemos con nuestra música como para hacer cálculos de probabilidades. De todos modos, nuestra mejor arma de marketing es la credibilidad, pero obviamente no la concebimos en esos términos. Pienso que si emprendes un proyecto musical es para satisfacer tus inquietudes. Para ganar dinero, cualquier trabajo es igual de digno que hacer música que en realidad no te gusta. Triunfar para mí es ganar dinero haciendo lo que me gusta. Haciendo lo que me gusta me aseguro por lo menos de cumplir una de las dos premisas.

¿Cómo os dividís los trabajos de composición de los temas? ¿Hacéis los temas en el local o los traéis de casa?
Somos bastante irregulares en este sentido. La música suele preceder a la letra, y a veces alguien trae un tema casi completo. Luego, en el local, haciendo jam con el tema, se nos ocurren partes y las vamos añadiendo si convencen a la mayoría. De hecho, los temas evolucionan una vez son creados. Por ejemplo, Lookin' at you suena hoy en día muy diferente a como fue concebido en su momento. En lugar de piano hay hammond, el tempo es más lento y el sonido es algo más jamaicano. También se nos ocurren ideas muy interesantes en el local, pero a veces es mejor dejarlas en la nevera y esperar a que surja un nuevo desarrollo sin forzarlo demasiado. Pienso que en algunos casos, cuando se trata de desarrollar una idea incipiente que necesita algo más, una aportación individual bien madurada puede ser más rica que una colectiva consensuada en el local. El local no es lugar para reflexión. Si surge, surge, pero es mejor no forzar las cosas.

¿Qué creéis que tienen los 50, 60, 70 que trajeron tan buena música?
Creo que había más naturalidad musical. Un músico era realmente un músico en la mayoría de los casos. Hoy en día, debido a la influencia de la prensa en colaboración con la industria discográfica, muchas veces hay más marketing que música. Por supuesto, siempre se trató de vender cuanto más mejor, pero cuanto más nos retrotraemos al pasado, más incipiente era la industria musical, y menos influencia ejercía sobre el gusto de los consumidores. En los inicios de la industria discográfica, era la música de la calle, la de los músicos, lo que se buscaba, ya que aquello era lo que la gente escuchaba. Poco a poco, y gradualmente, el marketing se ha ido adueñando de la música popular. De todos modos, mucha gente se resiste y adquiere un criterio propio o, por lo menos, diferente. El aspecto positivo de la época actual es que tenemos una gran perspectiva histórica de la música popular, tan rica en este último siglo.

Supongo que los miembros del grupo tenéis gustos musicales diferentes aunque coincidís en algunos, ¿qué clase de música escucháis? Y cómo influye en el grupo eso.
En realidad creo que conectamos mucho musicalmente. La cuestión no es tanto cuáles son tus grupos favoritos, sino cómo entiendes la música. Además, es más importante adonde vas que de donde vienes. De nuevo, tengo que hablar del sonido: todos somos unos enamorados del sonido de los discos de finales de los 60 y principios de los 70, y esto ayuda a cohesionarlo todo. A todos nos gusta el funk y el soul, y nos gusta tocar para divertirnos, crear grooves en los que colgarnos. Ese es un ingrediente fundamental para que la cosa suene interesante. Michel es un admirador de Larry Graham, el bajista de Sly & the Family Stone, y de grupos como Tower of Power, mientras que a todos nos gusta el sonido de The Meters, que son algo así como el ABC del funk de New Orleans. David Subirana, Dio y yo hemos crecido mucho con la música de los 90, y nos gustan grupos como The Black Crowes, Blind Melon y seguramente un sinfín de grupos que quizá no nos influyan directamente por cuestión de sonido, pero que de algún modo contribuyen a configurar nuestros gustos musicales. David Riko viene más del reggae, y la música caribeña en general, pero resulta que le buscamos a él precisamente porque queríamos algo de eso, y él a su vez quería algo de lo nuestro. Con Riko nos conocimos porque éramos vecinos de local, y un día entró a vernos mientras tocábamos una versión de Taj Mahal, quien por cierto es un ejemplo de músico ecléctico a la vez que muy personal. De eso se trata.

Tenéis un grupo paralelo, Santaneria, de versiones de Santana, ¿Por qué Santana y por qué un grupo de versiones?
A todos nos encantan los tres primeros discos de Santana. Para nosotros es una manera de conocer desde dentro esa música que amamos y a la vez hacer algo provechoso con ello. Santaneria se mueve por canales diferentes a los de Cosmic Grass, que es nuestro principal proyecto, y en el que volcamos la mayor parte de nuestra creatividad. Tenemos un repertorio completo con versiones de Santana, pero también tenemos sorpresas de cosecha propia y versiones de otra gente como Ray Barretto que encajan perfectamente en el repertorio, buscando con ello sonar como una especie de prolongación del espíritu de aquel grupo original llamado Santana a través del tributo.

¿Cómo veis la situación actual en el mundo discográfico? Sobre todo para una banda como la vuestra.
Muchos sellos han tenido una filosofía de riesgo 0 durante todos estos años, ofreciendo suculentos contratos a grupos que en realidad acababan teniendo que costeárselo todo, o simplemente creando sus propios iconos para venderlos como fast food a través de los canales establecidos. Y ahora la industria, que es un ente predecible y reaccionario al cambio, lleva años llorando y quejándose de la piratería y de las descargas por Internet porque no vende tanto como esperaba. Tienen la mala suerte de que otras empresas se están beneficiando de la situación actual. El dinero manda, y está cambiando de manos porque están cambiando los hábitos de los consumidores. Creo que la coyuntura actual hace que el disco se haya devaluado y que los músicos promocionen más los directos como vía para vivir de ello. Desde luego, esta es nuestra filosofía, y creo que la música sale beneficiada. La piratería y las descargas por Internet no tienen ninguna incidencia en la calidad de la música, y no hay ninguna posibilidad de que un músico muera de hambre por culpa de ellas. Es más un problema de los intermediarios entre músico y público que de los propios músicos. Créeme, no nos rompe el corazón.

¿Creéis que las nuevas tecnologías son realmente útiles para dar a conocer una banda?
Son tiempos de crisis, de cambio. Debido a las nuevas tecnologías, todo se ha diversificado más. Hoy en día los músicos que ofrecemos una propuesta personal tenemos las herramientas para darnos a conocer sin tener que acudir a la industria discográfica, que en su mayor parte está compuesta de engañabobos.

¿Cuál es el momento que más satisfechos os ha hecho sentir de estar en Cosmic Grass?
Son muchos momentos. Hemos progresado mucho y cada vez nos conocemos mejor. Las cosas funcionan de forma mucho más rápida ahora que hace dos años, y sonamos mejor que nunca. Cuando tocas no tienes perspectiva sobre ti mismo y el grupo ya que estás inmerso en el proceso, pero a veces, aunque muy puntualmente, adquiero cierta perspectiva sobre nosotros, como si me viera y escuchara desde fuera, y me gusta lo que oigo. Para eso tienes que oírlo todo bien mientras tocas, lo cual no ocurre siempre. La última vez que tocamos tuve esa sensación.

¿Y el momento más triste?
Triste, triste, no creo. Hay momentos duros, pesados. No todos los bolos son buenas experiencias. Nos hemos encontrado de todo. Hemos llegado a tocar para 0 personas, pero estas circunstancias hay que tomárselas con humor, con un enérgico c'mon everybody!!.

¿Cuáles son vuestros proyectos de futuro?
Seguir componiendo, sin prisa pero sin pausa. También tenemos lo de la sección de vientos. Leo Rey ya es un miembro más del grupo, y él nos aporta aire fresco en temas como Expensive talk o Paquita has 4 wheels con su saxo, pero tenemos la idea de añadir una sección de vientos, ya que tiene mucha cabida en nuestros temas y puede dar a nuestra propuesta un aire más festivo.